El Ministerio de Minería y la Comisión Chilena del Cobre (Cochilco) dieron a conocer los resultados del estudio “Levantamiento de Capacidades Académicas en Áreas de Minería y Metalurgia”, investigación que analizó el rol de 26 universidades chilenas en la formación y apoyo al sector minero. El informe reveló avances importantes en la formación académica, aunque también persisten brechas en ámbitos clave para el futuro de la industria.
Según el estudio, todas las instituciones consultadas ofrecen programas de pregrado en minería y metalurgia, y más de la mitad cuenta con posgrados especializados, lo que evidencia un fortalecimiento de la formación en estas áreas. Sin embargo, se detectaron vacíos en materias emergentes como minería 4.0, economía circular y gestión de minerales críticos, que resultan esenciales para la sostenibilidad del sector.
La subsecretaria de Minería, Suina Chahuán, sostuvo que esta información es crucial para definir inversiones en innovación y para estrechar los vínculos entre el mundo académico y el sector productivo. En la misma línea, la directora de Estudios y Políticas Públicas de Cochilco, Patricia Gamboa, destacó que los resultados del estudio permiten visibilizar el aporte de la investigación universitaria y su capacidad para generar soluciones concretas, como tecnologías más limpias, eficiencia hídrica y desarrollos asociados a la digitalización de procesos.
Entre los hallazgos presentados por los analistas Claudia Arancibia y Ronald Monsalve, autores del estudio, se constató que la mayor parte de la investigación universitaria en minería se concentra en etapas iniciales y que existe una infraestructura limitada para la validación tecnológica. Asimismo, se subrayó que el financiamiento sigue siendo un desafío, ya que existen pocos fondos específicos para minería y baja participación del sector privado en el impulso de estas iniciativas.
De esta manera, el estudio plantea la necesidad de fortalecer la cooperación entre universidades, Estado y empresas mineras, con el fin de superar estas brechas y consolidar una formación académica que esté a la altura de los retos de la transición energética y de una minería más sustentable.
