El litio, un componente vital en la transición hacia la descarbonización y el almacenamiento de energías renovables, ha experimentado un crecimiento exponencial en su demanda a nivel mundial. Esta tendencia ha llevado a América Latina, con países como Argentina, Chile y México a la vanguardia de la producción, a adoptar tecnologías de extracción sostenibles para aumentar la producción sin comprometer el medio ambiente.
Argentina se destaca por proyecciones de producción con un crecimiento anual promedio del 50%, mientras que Chile, como el segundo productor de litio después de Australia, ha propuesto una alianza público-privada para gestionar nuevos proyectos. México, por su parte, ya cuenta con una empresa estatal para la extracción y este año recibirá su primer presupuesto federal para operaciones.
El enfoque en la sostenibilidad ha llevado a la adopción de tecnologías como las pozas de evaporación, que aprovechan la energía solar para concentrar las salmueras de litio durante un proceso que puede durar hasta 24 meses. Además, se están implementando métodos de extracción directa que permiten procesar salmueras de manera más rápida y eficiente, aunque esto requiere un análisis meticuloso debido a la variabilidad de las salmueras.
Para optimizar las operaciones, se emplea el uso de datos recopilados constantemente de los salares, utilizando sensores para correlacionar y desplegar la información de manera fácilmente utilizable. Esta tecnología permite la toma de decisiones estratégicas y garantiza un seguimiento efectivo de la operación en términos de eficiencia de producción y sostenibilidad medioambiental.