Empresas migran al mercado libre de energía ante alza de tarifas reguladas y mayor oferta renovable

La modificación en la regulación eléctrica y el descongelamiento de tarifas ha generado un cambio estratégico en el comportamiento de consumo energético en Chile. Ante este nuevo escenario, sectores como hospitales, centros de datos, comercios e industrias manufactureras están optando por migrar al mercado libre de energía, accediendo a precios más competitivos y opciones renovables personalizadas.

Desde la entrada en vigencia de la Ley de Estabilización de Tarifas Eléctricas N° 21.185 en 2019, y su posterior extensión bajo la Ley N° 21.472 en 2022, las tarifas para clientes regulados permanecieron congeladas. Sin embargo, 2024 marcó un punto de inflexión con la aprobación del proyecto de descongelamiento, lo que ha resultado en un aumento progresivo en los precios regulados. En contraste, los precios del mercado libre han disminuido, incentivando a las empresas a considerar este mecanismo como una alternativa viable para reducir sus costos operacionales.

Según datos de la Asociación Chilena de Comercializadores de Energía (ACEN), el 60,5% del consumo eléctrico en Chile proviene actualmente del mercado libre, posicionando al país entre los líderes globales en esta modalidad. Este crecimiento responde a un interés creciente por parte de las empresas en contratos energéticos flexibles, con condiciones adaptadas a su perfil de consumo y acceso directo a fuentes renovables.

La reciente reducción en la barrera de entrada, que permite a consumidores con una potencia contratada desde 300 kW acceder al mercado libre, ha ampliado las posibilidades para un mayor número de empresas. Para Mathieu Piccin, director de Sustainability Business en Schneider Electric, es fundamental realizar un análisis técnico y estratégico antes de migrar. “Es esencial que las compañías comprendan su perfil energético y las condiciones del mercado. Esto les permitirá tomar decisiones informadas que favorezcan tanto sus costos como sus metas de sostenibilidad”, explicó.

En paralelo, la transición energética chilena sigue avanzando con fuerza. De acuerdo con la Asociación Chilena de Energías Renovables y Almacenamiento (ACERA), la inversión en energías limpias alcanzó los USD 5.695 millones en 2024, un crecimiento de 231% respecto al año anterior. Las proyecciones apuntan a que, para 2060, el 60% de la matriz eléctrica nacional será renovable, reforzando el compromiso del país con una economía baja en emisiones.

En este contexto, la evolución del mercado eléctrico plantea tanto desafíos como oportunidades para las empresas. Contar con asesoría especializada se vuelve clave para navegar los cambios regulatorios, evaluar riesgos y aprovechar al máximo las ventajas de un sistema energético en transición.