El embajador chino en Chile, Niu Qingbao, compareció ante la Comisión de Economía del Senado para rechazar la imposición de sobretasas arancelarias sobre las importaciones de barras y bolas de acero desde China. Qingbao argumentó que estas medidas contravienen el consenso alcanzado entre el presidente Gabriel Boric y el presidente Xi Jinping.
El diplomático negó que China subsidie a las siderúrgicas que producen estas mercancías y criticó que Chile no considerara la evidencia proporcionada por las empresas chinas. «Culpar a China por los problemas internos de algunas empresas chilenas carece de fundamentos fácticos», declaró.
La Comisión Antidistorsiones chilena inició en noviembre de 2023 una investigación por supuesto dumping en productos siderúrgicos chinos, resultando en una recomendación de aplicar aranceles provisionales del 15.3% y 15.1% a las bolas y barras de acero respectivamente, implementada en marzo de 2024. Posteriormente, ante la presión local, la Comisión recomendó aumentar estas tarifas a 24.9% y 33.5%, respectivamente, para proteger a la siderúrgica chilena Huachipato.
Niu Qingbao presentó tres argumentos clave para oponerse a las sobretasas: primero, aseguró que la industria del acero china se centra en su demanda interna y no recibe subsidios para exportaciones. Segundo, señaló que las dificultades de las siderúrgicas chilenas se deben a su tecnología obsoleta y mala gestión, no a la competencia china. Tercero, acusó a la Comisión Antidistorsiones de ignorar la evidencia presentada por China y de actuar en contra de las normas de la OMC y los acuerdos bilaterales.
Los senadores presentes realizaron varias consultas, incluyendo la diferencia tecnológica entre las acerías chilenas y chinas. Qingbao respondió que no es el gobierno chino, sino la prensa, la que señala la obsolescencia tecnológica chilena. También destacó que las empresas chinas cumplen estrictamente con las reglas de la OMC y que algunas han presentado nuevamente sus cifras para demostrar la inexistencia de dumping.
Finalmente, el embajador propuso que las empresas chilenas y chinas establezcan relaciones de socios, como joint-ventures, para combinar las ventajas tecnológicas chinas con las capacidades de venta chilenas, y ofreció la colaboración del gobierno chino para facilitar estos contactos.