En una sorprendente inversión de tendencia, el precio del oro ha experimentado una marcada caída, acercándose peligrosamente al nivel crítico de los $2,000 por onza. Este declive se produce tras la publicación del último informe laboral de Estados Unidos, que no sólo reveló un crecimiento robusto en el empleo en noviembre sino también una sorprendente disminución del 3.7% en la tasa de desempleo. Esto ha llevado a una reconsideración de las expectativas del mercado sobre una posible reducción de tasas por parte de la Reserva Federal a principios del próximo año, demostrando que tales predicciones eran posiblemente prematuras.
El informe laboral estadounidense se ha posicionado como el principal catalizador de la disminución en el precio del oro. La solidez del crecimiento del empleo y la disminución del desempleo sorprendieron a los inversores, disipando las expectativas de una reducción de tasas por parte de la Reserva Federal. Este giro ha fortalecido el índice del dólar estadounidense en un 0.2%, encareciendo el oro para los compradores internacionales. Además, los rendimientos de los bonos del Tesoro a 10 años también experimentaron un aumento, ejerciendo presión bajista adicional sobre el oro.
Tai Wong, operador independiente de metales con base en Nueva York, analiza la situación y comenta: “El oro ha caído debido al informe de empleo en Estados Unidos que mostró fortaleza en todos los aspectos”. Añade que un cierre del oro por debajo de los $2,009 señalaría una posible continuación de la corrección. Los operadores, inicialmente inclinados hacia un 60% de posibilidades de reducción de tasas en marzo, ahora ajustan esa probabilidad a menos del 50%, con mayo como un punto de inicio más plausible.
La reunión de la Reserva Federal programada para el 12 y 13 de diciembre será crucial para confirmar las nuevas expectativas del mercado.
David Meger, director de operaciones de metales en High Ridge Futures, pronostica pequeñas caídas en el mercado del oro, pero destaca la continua fortaleza en la demanda, manteniendo una tendencia general lateral al alza.
El Consejo Mundial del Oro, al presentar sus perspectivas para 2024, destaca la política monetaria, los riesgos geopolíticos y las compras de oro por parte de los bancos centrales como factores clave a tener en cuenta en el próximo año.