En una marcada recuperación, los precios del cobre experimentaron un ascenso el miércoles, impulsados por la debilidad del dólar y una pausa en las apuestas bajistas que marcaron el mercado en el inicio de este año.
En la Bolsa de Metales de Londres (LME), el cobre a tres meses registró un aumento del 0,2%, alcanzando los US$8.384,50 por tonelada métrica. Este repunte sigue a una disminución del casi 5% desde su punto más bajo el martes, después de haber tocado su máximo en casi cinco meses el 28 de diciembre.
El índice del dólar, influenciado por la expectativa de los datos de inflación de Estados Unidos, experimentó un declive. Esta tendencia ha contribuido a la revalorización del cobre, ya que la debilidad del dólar facilita las adquisiciones de materias primas denominadas en esta moneda.
A pesar de que los consumidores finales en China han moderado su consumo de cobre en enero, un periodo típicamente marcado por una demanda más débil, los analistas de Guotai Jun`an Futures señalan que la prima para adquirir cobre en el mercado al contado se mantiene elevada debido a inventarios limitados, pudiendo proporcionar un respaldo a los precios futuros.
En la Bolsa de Futuros de Shanghai, el contrato de cobre para febrero experimentó una caída del 0,5%, situándose en 67.810 yuanes (aproximadamente US$9.451,00) por tonelada. Este descenso se atribuye a factores adversos en la economía global que han presionado los precios de los metales.
El informe del Banco Mundial del martes, advirtiendo sobre una desaceleración del crecimiento global en 2024 por tercer año consecutivo, ha contribuido a la incertidumbre en los mercados, se proyecta que este fenómeno prolongará la pobreza y debilitará los niveles de deuda en numerosos países en desarrollo. Además, el Banco Mundial predijo una desaceleración del crecimiento económico de China hasta el 4,5% en 2024.
La atención de los inversionistas se centra ahora en los datos comerciales que China publicará el viernes, siendo este un indicador crucial para evaluar las perspectivas de demanda en el principal consumidor mundial de metales.