La industria minera en América Latina, con Chile como uno de sus principales referentes, está experimentando una transformación profunda mediante la adopción de tecnologías digitales avanzadas. La llamada “Minería 4.0” busca aumentar la eficiencia operativa y la rentabilidad, frente a una creciente demanda global de minerales críticos impulsada por el avance de la inteligencia artificial y las tecnologías limpias.
Según datos de la CEPAL, la región concentra reservas clave de litio, cobre, níquel y tierras raras, posicionándola como actor estratégico en la transición energética global. Chile, por ejemplo, lidera en reservas de cobre y litio, mientras que Perú y Brasil destacan por su potencial en molibdeno y grafito, respectivamente. Esta riqueza mineral ha generado presión sobre el sector para modernizar procesos y responder a los nuevos desafíos productivos, ambientales y económicos.
Empresas como Vertiv enfatizan que el uso de herramientas basadas en datos, como IoT, big data e inteligencia artificial, permite optimizar el consumo de energía, gestionar recursos hídricos y reducir desperdicios. José Medina, Gerente de cuentas clave empresariales de Vertiv, afirmó que la minería debe integrar monitoreo en tiempo real para detectar ineficiencias y reducir su impacto medioambiental, particularmente en contextos de escasez hídrica y alta variabilidad climática.
El aumento sostenido de costos, estimado en un 30% en los últimos cinco años según PWC, y el alto precio de la energía en la región han llevado a que las empresas inviertan en tecnologías que simplifiquen la extracción y procesamiento de minerales. Estas mejoras incluyen el desarrollo de centros de datos especializados, indispensables para alojar sistemas críticos, garantizar conectividad remota y habilitar operaciones autónomas en faenas.
En Chile, una compañía minera implementó recientemente un sistema modular de alimentación ininterrumpida (UPS) con baterías de iones de litio, diseñado para optimizar espacio y eficiencia energética. Esta infraestructura permite mantener la operación de servidores y sistemas de control bajo condiciones adversas como humedad, altitud o actividad sísmica.
La transformación digital se presenta así como un eje clave para que la minería latinoamericana pueda sostener su competitividad y responder a la demanda global por minerales críticos. Con una infraestructura robusta, prácticas sostenibles y soluciones tecnológicas avanzadas, el sector busca posicionarse en una nueva era marcada por la eficiencia, la automatización y la responsabilidad ambiental.